Algo más que añadir

6. Algo más que añadir

Como la parte oscura de un kiwi
la vida se condensa, se aturulla,
se agrieta, nos pregunta, nos agrede.
¿Algo más que añadir? Y un mirlo pasa
volando (cien quizás) y su negrura
deja sitio a otro sol, que como un kiwi
no siempre luminoso
se parte, se regala, se hace eterno.

Nos resistimos siempre (Antonio Hernández)

Pues, así a lo tonto, ha sucedido. No es que el libro sea breve, pero de tanto frecuentarlo estamos ya en su sección final, Carta de ajuste. Que se abre con este poema del añorado Antonio Hernández, Aker:

0. 

Nos resistimos siempre.
No avanzamos: nos mueven.
Nos resistimos siempre.
No morimos: nos matan.

(Antonio Hernández)

Vaya por Dios

8. Vaya por Dios

Tu Dios es muchos dioses y ninguno.
Uno por tres, el Padre, la Paloma
y el Hijo (punto en cruz, mas punto y coma),
verdugo, juez y reo de consuno.

Rascando más, detrás del tres en uno,
tal genio que se esconde en la redoma
esperan multitud: Dios carne (Soma),
Dios fuego, Dios del pan, Dios del ayuno.

Dios Elohim, plural; Dios Es Quien Es,
Señor de los Ejércitos; Mesías,
Príncipe de la Paz, Hijo del Hombre.

Cuando tal variedad aún no te asombre,
(Motor Inmóvil, Viejo de los Días)
aún falta el Dios que es Dios... pero al revés.

Fundamentando

7. Fundamentando

La fe mueve montañas.
La fe las desarraiga, sobre todo.
Convierte la pendiente en una raya
por la que nada sube ni desciende.
'Dios' dices, y no hay dios en el Dios tuyo,
ni vértigo ni espíritu travieso.
Se mueven, sin embargo
ya están muertas.

Soneto abúlico

6. Soneto abúlico

Hecho a ceder el paso a lo que pasa,
no tomo decisiones: mi sistema
inmune, tan precario, hace que tema
abrir las puertas y orear mi casa;

antes que dar, pletórico, la brasa
sosteniendo mis puntos y su esquema,
prefiero la penumbra que no quema,
la indulgencia católica y sin tasa.

¿Discutir? ¿Para qué? ¿Todo más claro?
¿Quién quiere tanta luz? Llámame raro
y si no has de decirme nada bueno,

ahorra por lo menos tu veneno;
deja venir a menos tu venganza
e invierte en otra espera tu esperanza.

Grave equivocación

A PIE DE OBRA

0.

Grave equivocación:

le di a Dios lo que es del César

y al César lo que es de Dios.

(Isabel Escudero)

La partida está en marcha

Le tomo prestado a Leopoldo Panero el título de su libro, Escrito a cada instante, para arrancar este pequeño experimento. Se trata de publicar uno por uno los poemas que formarán parte de un poemario aún anónimo que quiero cerrar en breve. Cada noche aparecerá aquí un poema, que desaparecerá a lo largo del día siguiente. Así que cada día el blog tendrá solo dos entradas: esta que lo inaugura y el plato del día (o de la noche). Aunque borraré los poemas que subo, conservaré como oro en paño los comentarios que os animéis a hacer. Gracias por embarcaros conmigo en este empeño.